Los arándanos
cerraron el 2018 con más de US$ 554 millones de exportaciones, 50% más que en
el 2017, gracias a la inversión del sector privado y una participación
cada vez más creciente de los pequeños productores del interior del país,
informó el expresidente de la Asociación de Exportadores (ADEX) y candidato a
la presidencia de ese gremio, Alfonso Velásquez Tuesta. Resaltó que el boom
del arándano peruano -gracias al desarrollo productivo y política comercial de
apertura a nuevos mercados- es reconocido por los medios de comunicación de
Chile, actual principal exportador de ese berrie.
Velásquez recordó
que en el 2010 Perú exportó arándanos por solo US$ 32 mil 416 y ya en el 2013
el monto se incrementó a poco más de US$ 18 millones. “Gracias a la
participación y liderazgo del sector privado y con el apoyo del Programa
Nacional ‘Perú Berries’ de Sierra y Selva Exportadora, se impulsó ese cultivo
entre los pequeños productores del interior del país”, dijo.
Pequeños productores
El 17 de noviembre
del 2011, Sierra Exportadora, organismo público adscrito en ese entonces a la
Presidencia del Consejo de Ministros, lanzó el Programa Nacional “Perú Berries”
desde el estadio de la comunidad campesina de Pichupampa, a más de 2,300 msnm,
provincia de Huaura, en Lima.
El trabajo de
Sierra y Selva Exportadora (cambio de nombre en el 2015), respecto a ese
cultivo, fue capacitar a los pequeños productores sobre nutrición de las
plantas, riego y control de plagas y enfermedades, también hizo parcelas
demostrativas lo que dio como resultado la siembra de arándanos en diferentes
latitudes, incluyendo Lima, con gran rentabilidad.
“Era un paquete
tecnológico que se les daba a los pequeños productores, a quienes también se
les apoyaba con un plan de negocio, con los costos de producción para las
diferentes zonas productivas del país, incluyendo temas logísticos”, comentó.
Mercados con potencial
El candidato a la
presidencia de ADEX detalló que a diferencia de Chile en donde los cultivos de
arándanos son de grandes empresas, en el Perú alrededor del 20% de la
producción está a cargo de pequeños productores que tienen menos de 10 hectáreas
y que ahora mejoraron su calidad de vida por ese cultivo y al mismo tiempo
contribuyen con el alza de la exportación de ese berrie.
Respecto a los
mercados, Velásquez informó que el año pasado, poco más del 84% del total se
dirigió a Estados Unidos, Países Bajos y Reino Unido, pero que existe potencial
para lograr una mayor participación en países asiáticos. “China lo adquirió por
US$ 33 millones en el 2018, pero tiene un techo mucho más alto. Otros son Hong
Kong, Tailandia, Singapur, Malasia y Corea del Sur por lo que debemos
prepararnos para atender esa demanda”, expresó.
También consideró
que la negociación del TLC con la India es una gran oportunidad para los
exportadores de este fruto. Finalmente, resaltó el valor agregado que se
le da a ese berrie, pues no solo se exporta fresco, sino también en jugo, en
conserva, congelado y deshidratado.
“Los montos de esos
productos derivados no son significativos, pero no hay duda que se siguen dando
pasos firmes en el desarrollo de esa fruta. Su producción y comercialización
genera más empleo, desarrollo de otras cadenas de producción y sobretodo ayuda
a reducir la pobreza al interior del país”, concluyó.
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